Fernando Nava, diseñador Industrial:

Yo estudié un postgrado en diseño industrial en la UNAM y ahí conocí a una compañera y un compañero con los que compartí los mismos intereses de armar un negocio o una comunidad donde se pudiera hacer, primero, objetos con material de reuso, y después, se trató de hacer un especie de núcleo de intercambio, porque el diseño puede llegar a ser caro, entonces se trataba de que la gente pudiera tener acceso al diseño al intercambiar su tiempo.

Siempre con una preocupación por el medio ambiente, buscamos mantenernos de nuestros propios proyectos, incluso tenemos un huerto, así procuramos la autosuficiencia energética y alimentaria. Esa fue la idea principal de La Idea Negra.

Andrea, que es mi socia, propuso el nombre pensando en los hoyos negros que atraen luz, pensamos que La Idea Negra atrajera la luz de las personas que giraran a nuestro alrededor.

En cualquier negocio, creo que es sumamante difícil conseguir la autosuficiencia, lo seguimos intentando.

En la pandemia estuvo duro pero pudimos desarrollar a fondo nuestros proyectos, hubo cuestiones buenas a pesar de la contingencia.

La Idea Negra tiene como siete años. El principal aprendizaje es el trato con las personas. Aprendes a conocer a las personas haciendo las cosas, qué tanto compromiso tienen, hay gente muy comprometida con hacer el trabajo y muy honesta y otros que sólo vienen a ver cuánto dinero sacan o se quieren comprar algo y ya, se van.

La verdad es que ha sido una experiencia muy bonita, por la cantidad de personas que conoces, el trato, cómo debes tratar a los clientes. Incluso hay gente que quiere venir y aprender a hacer cosas.

Quiza el aspecto de aprendizaje es algo que tendríamos que explorar un poco más, creo que hay más interés que en conseguir un tipo de mueble. A la gente le gusta hacer las cosas y aprender a hacerlas, le meten mucha pasión.